Desde muy joven he tenido una gran pasión, o vocación, para enseñar saxofón, no solo en el sentido de transmitir conceptos, métodos o estilos que haya aprendido a lo largo de mi trayectoria musical, sino por querer conectar con las personas, esforzarme a escucharlas, para que cada una de ellas pueda desarrollar al máximo sus talentos naturales, su sonido, su voz.
Desde mis primeros años de estudio en el Conservatorio G. Tartini de Trieste (Italia), empecé a dar clases con la necesidad de relacionarme con otras personas con inquietudes similares, trasmitir experiencias y conceptos musicales a la vez que seguía aprendiendo. Veía como cada persona vive la música de una forma distinta; como un canal que nos permite conectar con lo mas profundo. Por tanto, no puede existir un método único de enseñanza musical: cada uno necesita caminos distintos o aprender diferentes conceptos, para desarrollarse como músico y cómo persona. Mi trabajo es encontrar ese camino para cada uno de mis alumnos.
Desde mi experiencia profesional en más de 20 años de enseñanza, formando a más de 500 alumnos entre Italia, España y en Masters en varios Países, he podido comprobar que cualquiera puede aprender y mejorarse, desde cualquier edad y independientemente de cuales sean sus aptitudes: solo tienen que ponerse a la prueba y confiar en un buen profesor que sea atento y sensible a sus necesidades.
A pesar de las limitaciones que nos impone una sociedad cada vez más frenética y exigente, creo que todos deberíamos hacer música, para que esta forma de arte se convierta en una parte grande o, al menos, pequeña de nuestra vida.